¿Servirá para cambiar el voto el segundo round del debate de candidatos con miras a las elecciones del próximo domingo? Los profesionales de comunicación institucional y corporativa creen que no, y en eso coinciden con lo que opinaron sobre el primer debate, el domingo pasado en Santa Fe. Pero en lo que están de acuerdo es que los mínimos cambios que se aplicaron a la metodología -y quizás la mejor gimnasia de los candidatos- lo hicieron mucho más atractivo para el público: hubo cruces, chicanas, denuncias y respuestas fuertes.
En ese panel de casi 400 profesionales consultados durante el debate en tiempo real mediante el programa Google Forms, mayoritariamente llegó a la conclusión de que el presidente Mauricio Macri mejoró su performance contra el debate anterior. El 62 por ciento cree que fue el que mejor aprovechó el debate, cuando en el primero, el peronista Alberto Fernández había sido el claro ganador ante esa pregunta para mejorar sus chances electorales. En esta oportunidad, el ganador de las PASO de agosto empeoró, según la mitad de los profesionales, y solo mejoró, según el 11 por ciento.
Quizás porque Macri se haya sentido incómodo la semana pasada hablando del capítulo en el que en su mandato le fue peor, la economía, ahora pudo echarle en cara a su retador, Alberto Fernández, las causas de corrupción del kirchnerismo. Por eso el 83 por ciento de los profesionales coincidió en que Macri fue quien tuvo mejor actuación en el segundo debate en comparación con el primero.
Pero en lo que también están de acuerdo los expertos en comunicación es que el debate no será determinante en la decisión de voto: menos de 10 por ciento cree que influirá significativamente en el voto, en tanto que el 44 por ciento cree que puede tener un efecto marginal en el resultado electoral.
De todos modos, el único que sobresalió en ambos debates, como orador y como audaz debatidor, fue José Luis Espert. Su candidatura es testimonial y se pudo dar el lujo de cuestionar el sistema estatal y sindical que llevó a la Argentina al estancamiento económico en los últimos 70 años. Si no le incrementa la intención de voto, por lo menos dejó instalados una serie de temas tabú que la política argentina no aborda. “Hay que decir la verdad aunque cueste votos”, dijo Espert, explicando su osadía. De hecho, en el debate anterior fue considerado, junto con Fernández, el mejor del debate, y en esta segunda vuelta el 60 por ciento de los profesionales consideran que mejoró aún más su performance contra el anterior.
Por el contrario, el que había resultado el peor calificado en el primer debate, el ex ministro Roberto Lavagna, según los profesionales estuvo igual o peor mayoritariamente. Solo la cuarta parte de los encuestados cree que pudo superar su regular performance del primer debate.
Y si bien los expertos fueron contundentes en señalar a Macri como el que mejor superó su performance del debate anterior (casi la tres cuarta parte), el Presidente volvió a desperdiciar las muchas oportunidades que tuvo antes del debate para explicar si entiende en qué se equivocó durante su primer mandato. Esa sería la única vía para recuperar su credibilidad perdida luego de no poder cumplir sus principales promesas en el terreno económico: terminar con la inflación, pobreza cero y atraer inversiones y crear puestos de trabajo.
De todos modos, aunque Alberto Fernández le enrostró las causas judiciales que tiene el Presidente y le auguró un futuro judicial complicado, Macri -y también Espert- le recordaron al candidato del Frente de Todos en todo momento su paso por el gobierno kirchnerista, la corrupción, la intervención del Indec, además de enrostrarle también su complicidad con el narcotráfico.
De todos modos, de manera similar a la encuesta análoga a profesionales para el primer debate, el 70 por ciento cree que la elección la ganará Alberto Fernández, y sólo el 21 por ciento apuesta por la reelección del presidente Macri.
Fuente: Infobae